Archivo de la etiqueta: beso

Después del final

Algunas veces, cuando era pequeña, solía pensar en que pasaría cuando muriera, donde estaría, con quien estaría. La verdad es que no tenia ni idea de lo que iba a pasar. Cada persona me decía algo diferente, y claro…, yo era una niña.
Hace unos días volví a repetirme por primera vez en muchos años esta pregunta…. Y obtuve mi respuesta.

Me imagino caminando, pero no estoy perdida, como me pasa muchas veces. No. Esta vez se a donde voy. Se a quien voy a buscar. Escucho nuestra canción. Y te veo. Te veo ahí, en nuestro sitio de siempre, esperándome. Y me ves. Ves que me acerco, y que te estoy buscando. Nuestras miradas se encuentran por primera vez en mucho tiempo, y todo vuelve a nacer. Me sonríes. Me muestras esa sonrisa que me vuelve tan loca, que me vuelve capaz de hacer cualquier locura solo por hacerte feliz. Y me miras, me miras con esos ojitos, tan brillantes, pero a la vez con miedo, miedo por sentir algo tan fuerte. Pero después de ese instante de miedo ves como mis ojos brillan al coincidir con los tuyos. Como si estuviera viva, y de repente todos mis miedos, al igual que los tuyos, se van. Me haces sentir especial, única, y me haces sentir que me quieres, como nunca antes habías querido a alguien. Cuando llego no puedo evitar acercarme a ti. Toco tu frente con la mía y espero a que tus brazos rodeen mi cintura, para yo comenzar a acariciarte. Me sonríes, te sonrío, y me abrazas con mas fuerza para evitar que me vuelva a escapar (si tu supieras que no hay lugar dónde yo quisiera estar en este momento). Y nos quedamos así durante horas, mirándonos, sin decir nada, tu con tus manos debajo de mi camiseta y yo acariciando tu cuello. Mis ojos y los tuyos se cierran, para dar paso a otros sentidos. Y de repente tus labios rozan con mucho cuidado los míos, como si fueran de cristal. Hasta que me besas. Y lo haces de esa manera que a mi tanto me gustaba, como aquel primer beso tan tierno. Y nos besamos durante horas, separándonos únicamente para decirnos como nos amamos, y lo idiotas que fuimos al no haber aprovechado el tiempo que tuvimos de vida.

Que dulce tiene que ser la muerte…

1 comentario

Archivado bajo Microrelatos